Un autorretrato de la icónica pintora mexicana Frida Kahlo, titulado “El Sueño (La cama)”, realizado en 1940, ha hecho historia al venderse por la cifra récord de 54.7 millones de dólares en una subasta de Sotheby’s en Nueva York. Este monto, que supera los mil millones de pesos mexicanos, establece un nuevo récord de subasta para una obra de una artista mujer, superando el anterior récord que ostentaba Georgia O’Keeffe, y también la marca previa de la propia Kahlo.
La obra es una pieza fundamental en el corpus de Kahlo y refleja su constante meditación sobre la delgada línea entre la vida y la muerte. Pintada en 1940, esta etapa estuvo marcada por un profundo dolor personal para la artista, incluyendo las consecuencias emocionales de su relación con León Trotsky, su accidente de autobús y múltiples intervenciones médicas. En la composición, Kahlo se representa dormida en una cama de estilo colonial, envuelta en una manta, mientras que sobre ella descansa un esqueleto envuelto en dinamita que sostiene un ramo de flores.
Según Anna Di Stasi, responsable de arte latinoamericano en Sotheby’s, "El Sueño (La cama)" es uno de los ejemplos más claros del impulso simbólico y surrealista de Kahlo, a pesar de que la pintora siempre se negó a ser encasillada en esa etiqueta, afirmando: “Nunca pinté sueños. Pinté mi propia realidad”. La obra es un ejemplo de cómo Frida convertía su historia y su universo íntimo, como los elementos de la Casa Azul donde vivió, sintió y creó, en arte.
Repercusiones en el Arte
El histórico precio pagado por “El Sueño (La cama)” reafirma la posición de Frida Kahlo como una de las artistas más importantes y valiosas del mundo. Más allá de la cifra, este récord es una celebración de su legado y la fuerza de una mujer mexicana cuya obra sigue inspirando a generaciones. El Museo de Frida Kahlo ha destacado que la venta reconoce su relevancia global y subraya la importancia de su narrativa, que combina lo íntimo con símbolos universales de la vida, el dolor y la muerte. Este hito no solo honra la genialidad de Kahlo, sino que también impulsa el reconocimiento del arte latinoamericano y femenino en el mercado global.








