VILLAHERMOSA, Tabasco.— A la Corona Española le da urticaria cuando se habla de la sangre indígena que corrió en el siglo XVI, durante el exterminio de los pueblos indígenas en manos de Hernán Cortés. Se niegan a revisar la historia porque significa derrumbar mentiras oficiales.
El proceso de sanar heridas es lento. Por ejemplo, durante décadas el gobierno mexicano amordazó la verdad sobre la matanza de Tlatelolco. Un giro inesperado ocurrió esta semana: La presidenta de México, Claudia Sheinbaum dio un paso adelante al ofrecer disculpas públicas en nombre del estado mexicano.
Lo mismo sucedió con otro trauma menos conocido en el país: la guerra de castas, ocurrida en la segunda mitad del siglo XIX, en la Península de Yucatán, la cual duró 53 años y terminó en 1901, con una represión brutal ordenada por Porfirio Díaz, que costó un cuarto de millón de vidas mayas.
«Lo que más me impacta es que sea tan poco conocida la verdadera historia de estos mayas. La gran mayoría crecimos con una idea equivocada», explica el maestro de la lente Arturo Gamboa, que a partir del 4 de octubre, expone —en la galería independiente más antigua de Villahermosa—, una serie de imágenes sobre este suceso histórico, pero desde un escenario teatral «natural».
Gamboa, con medio siglo entregado a la fotografía, se dedica desde hace 10 años a realizar fotografía escénica en los festivales nacionales. Y aunque conoce a la compañía del Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena (LTCI), desde cuando ésta tenía su sede en Oxolotán, Tacotalpa, en Tabasco, época en que fue dirigido por Alicia Medrano, comenzó a colaborar con ellos hace apenas un par de años, realizando el backstage en su actual sede: el poblado maya de X'ocen, Valladolid, en el estado de Yucatán.
«En este caso particular, la obra de La conjura viene a poner en la mesa muchos tabúes, muchos mitos con los que crecimos, y creo que es importante que se conozca en sí esta otra historia», desmenuza.
La docena de imágenes, exhibida desde el jueves 4 de octubre en Mukul-Já, sigue la representación de la pieza teatral «La conjura de Xinum», durante la participación de la compañía en una muestra nacional de dramaturgia celebrada en Guadalajara. Como es habitual en el LTCI, el escenario teatral es el espacio natural de algún paraje elegido y acondicionado previamente.
«Dentro de la representación de La conjura se habla de estas mentiras que se han dicho a lo largo de esta historia sobre el pueblo maya», explica el fotógrafo radicado en Playa del Carmen.
El montaje que hacen los actores indígenas es bajo la dirección y dramaturgia de Delia Rendón Novelo, quien a su vez se basa en el texto de «La conjura», del historiador y periodista yucateco, Emilio Abreu Gómez.
«No hay que olvidar que esta obra de Abreu Gómez es publicada a mediados de 1957, cuando existía mucha censura y, por supuesto, autocensura, lo que impedía que se hablara tan abiertamente, por eso en la obra los personajes principales, sus nombres están cambiados».
La primera serie de las fotos de la exposición fueron tomadas en blanco y negro y muestra cómo los actores indígenas adaptan el escenario, respetando la naturaleza; la segunda muestra de imágenes es a color y se centra en el momento de la representación, siguiendo filemente la secuencia narrativa escénica de la pieza teatral.
«Creo que el arte, y en particular el teatro, ha permitido a lo largo de la historia abordar temas y crear conciencia en la sociedad. El teatro es un buen aliado para trabajar en igualdad y en los agravios cometidos durante la guerra de castas», consideró.
En «La conjura», el padre tiempo envía a sus hijas, que son Historia, Verdad y Constancia, a aclarar la verdadera historia del pueblo maya.
«Yo sí creo que el teatro puede ayudar a cambiar a la sociedad, ya que es una herramienta para la reflexión social y el cambio social al colaborar en el sentido crítico, ayudando a despertar el interés en los problemas sociales y como un transmisor al público. Además de ser un buen aliado para trabajar en igualdad», asegura el maestro fotógrafo.
Antes de cerrar la conversación, Arturo Gamboa aclara que el perdón a los mayas por parte del estado mexicano ya se materializó. «Un 3 de mayo de 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador acudió al municipio de Felipe Carrillo Puerto, en Quintana Roo, parar realizar la solicitud de perdón a los mayas por los agravios cometidos durante la guerra de castas».
En tanto, el Rey español todavía no se ha disculpado.