CAMPECHE. En un comunicado, la Fiscalía de Campeche intenta evadir su responsabilidad tras el fallecimiento del joven motociclista Wilbert Antonio Cámara, que ocurrió el pasado 8 de julio, descargando la responsabilidad en la Policía Municipal de Carmen y alegando no haber sido el primero en responder a pesar de que desde ese momento conocían el caso.
Aunque la orden de aprehensión contra Dinorah Ongay Hurtado se obtuvo hasta el 13 de julio, fue recién tras su exposición en la conferencia mañanera del pueblo, donde la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo exigió justicia, por lo que no quedó más remedio a que la fiscalía acelerara el proceso y solicitara la audiencia inicial.
Al día siguiente de liberarse la orden, la imputada promovió un amparo y logró evitar la prisión preventiva tras el pago de sólo 20 mil pesos. Este retraso permitió que los jueces intervinieran a tiempo, favoreciendo su libertad, mientras la vicefiscalía quedó rebasada por su propia ineficacia.
Claramente no se privará de libertad a la presunta responsable, y en un auto judicial ya se determina que podrá continuar el proceso en libertad, pese a haber huido del lugar del accidente. Este proceder revela un historial de lentitud institucional, que hasta ahora solo es resuelto por la presión mediática y la intervención presidencial.
El hecho de que la Fiscalía no avanzara por iniciativa propia y el juez haya protegido a la señalada, evidencian una protección sistemática hacia presuntos responsables que no pueden eludir los reflectores.
Ante estos hechos, la sociedad exige mayor eficiencia de parte de la autoridad investigadora e impartidora de justicia y justicia real, pues consideran que, si no es por la “mañanera del pueblo”, los procedimientos siguen congelados. “La fiscalía no puede seguir evadiendo su obligación ni utilizará la burocracia como escudo”, señalan los familiares dolientes.
Cabe recordar que el día del accidente, alrededor de las 6 de la tarde del 8 de julio, Wilberth Antonio, de 20 años de edad, empleado de Pinturas Comex, había salido del trabajo, manejaba su moto sobre la calle 47 rumbo a su domicilio, cuando intempestivamente se le atravesó la camioneta de Dinorah Ongay. El golpe fue tan fuerte que su casco quedó destrozado, su cara –literal– quedó rota a la mitad y él, con fuertes golpes en varias partes de su cuerpo, quedó tendido en el pavimento, quejándose y pidiendo auxilio lastimosamente.
De inmediato arribó al lugar el dueño del Hotel Plaza Mirador en Ciudad del Carmen y regidor plurinominal priista en el gobierno del panista Sebastián Calderón Centeno (2000-2003), Roberto Ongay Morales, ordenó a su chofer que sacara de ahí su sobrina. También que retiraran algunos objetos de la camioneta Honda CR-V involucrada. Y evitar que su sobrina Dinorah Ongay enfrente las investigaciones y las posibles responsabilidades por el grave accidente y el joven murió en el hospital.