WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, manifestó este lunes que estaría dispuesto a ordenar ataques militares contra México si esto fuera necesario para frenar el flujo de drogas hacia territorio estadounidense.
Al ser consultado por reporteros en la Casa Blanca sobre una posible operación antidrogas en suelo mexicano, Trump respondió enfáticamente: "Estoy de acuerdo; lo que tengamos que hacer para detener las drogas. Estuve viendo la situación en Ciudad de México durante el fin de semana. Hay muchísimos problemas allá (...). He estado hablando con México. Saben cuál es mi postura".
El mandatario recalcó su descontento con el país vecino, asegurando que gran parte de las "cientos de miles de personas" que mueren anualmente en EE. UU. a causa de las drogas tienen su origen en México. "Así que, para que quede claro: No estoy contento con México", sentenció.
Trump llegó a afirmar que se sentiría "orgulloso" de ordenar ataques contra supuestas narcolanchas en aguas mexicanas, aunque se abstuvo de confirmar si esta es una posibilidad que se plantearía o si lo haría sin el consentimiento del Gobierno mexicano. "Por mí está bien. [Cualquier cosa] que tengamos que hacer para detener el tráfico de drogas", sostuvo. "No estoy diciendo que lo vaya a hacer. Pero estaría orgulloso de hacerlo".
Cuando se le preguntó si había discutido este asunto con las autoridades mexicanas, el presidente se limitó a replicar: "No voy a contestar a esa pregunta", añadiendo que "Ellos saben cómo estamos perdiendo a cientos de miles de personas al año a causa de las drogas... Mucho de eso viene de México. Así que déjenme decirlo de este modo: no estoy nada contento con México".
Las declaraciones sobre México coinciden con una escalada de presión de la Administración Trump sobre Venezuela, a la que acusa de narcotráfico. El presidente reiteró que su gobierno debe "resolver la cuestión de Venezuela", apenas un día después de la llegada al Caribe del portaaviones Gerald Ford y su grupo de combate, aumentando la presencia militar estadounidense en la zona a 15.000 soldados.
Este despliegue ha avivado las conjeturas sobre un posible cambio de régimen, una tesis reforzada por el anuncio del Departamento de Estado de designar al cartel venezolano de los Soles como entidad terrorista, abriendo la puerta a una acción militar bajo el argumento de estar en guerra con bandas narcotraficantes. El propio líder venezolano, Nicolás Maduro, ha denunciado que el verdadero propósito de la misión es su derrocamiento.
A pesar de las acciones y la retórica dura, Trump mantiene una postura ambigua sobre Venezuela. Si bien no descartó ninguna opción sobre una intervención militar, también repitió su disposición a entablar conversaciones directas con Caracas, asegurando: "No descarto nada. Simplemente, tenemos que resolver la cuestión de Venezuela. Probablemente hable con él, yo hablo con mucha gente”.
Finalmente, el republicano reiteró su opinión de que Venezuela "no ha sido bueno con Estados Unidos" por supuestamente "vaciar sus prisiones" y enviar a sus reclusos al Norte.








