México.- “Don Jaime, usted ha sido una de mis alegrías, yo viajé doce horas en camión apara asistir a Bellas Artes, en 1996, y la verdad, no quiero ser ingrato, pero no me gustaría verlo pronto”, dijo en tono divertido el muchas veces galardonado poeta tabasqueño Francisco Magaña, que se hizo presente una vez más de manera internacional con el libro Fiebre la Piel y dónde la manzana.
Es así como este miércoles el poeta tabasqueño recibió en la Ciudad de México el Premio Internacional Sabines-Lapointe 2025 que se otorga a escritores en lengua francesa y española, cuyas obras trascienden el tiempo. El galardón es concedido por el Seminario de Cultura Mexicana.
En esta ocasión correspondió al también editor y artista plástico, nacido en Paraíso pero criado en su natal Comalcalco, recibir la distinción. El reconocimiento se entrega desde el año 2003 e incluye una presea, una constancia y un monto económico por 100 mil pesos.
La presea se concede un año a un artista de la provincia francesa de Quebec, y el siguiente, a uno mexicano, y así sucesivamente. El requisito para ser premiado es contar con su obra publicada y traducida al idioma francés o español, según sea el caso.
Al hacer entrega del premio, Felipe Leal, presidente del Seminario Mexicano, reconoció en el poemario Fiebre la Piel y dónde la manzana, publicado por la editorial Mantis, que “la imagen de la manzana es puesta desde varias miradas (...) en este libro se habla de canto, de memoria, de murmullo, de silencio, de sollozo y de drama, mientras el corazón de los poemas permanece en gran parte inaccesible, la emoción dramática es palpable pero el mensaje permanece abierto”.
Por su parte, el reconocido poeta y ensayista, Marco Antonio Campos, señaló que en la obra de Magaña “todo gira en torno a la manzana” como fruto prohibido, describiendo a Fiebre la Piel y dónde la manzana como una larga plegaria con evocaciones religiosas; “un poema total con numerosos temas”, describió, y al autor como un poeta que escribe como alguien que no sabe a donde va, cuando en realidad es todo lo contrario.
Francisco Magaña también es traductor, artista plástico, fundador y editor de Ediciones Monte Carmelo, además de tener más de 10 libros publicados, ha ganado el Premio Regional José Gorostiza, en 1993, el Premio de los Juegos Florales, en 1993, el Premio Nacional Tierra de Imágenes, en 1993, entre otros.
“La gran pregunta de por qué Dios está siempre presente como ausente. En fin, por que las preguntas esenciales no tienen respuesta”, expresó Campos, quien culminó su participación diciendo que hay cuatro poetas tabasqueños que no se deben soslayar: José Gorostiza, José Carlos Becerra, Carlos Pellicer y Francisco Magaña.
Magaña agradeció a Luis Armenta, editor del libro, la publicación de su poemario ahora premiado. Y confesó que leer la obra de Jaime Sabines lo salvó en dos ocasiones. Evocó el viaje que hizo desde su tierra hasta el altiplano para escuchar al poeta Jaime Sabines recitar en Bellas Artes, en donde, a modo de broma, dijo no querer verlo pronto.
La cantidad monetaria es cubierta entre el Seminario y el Festival Internacional de Poesía Trois- Riviéres (FIP), entre otras organizaciones culturales de Canadá y de México.