La creciente ola de violencia en diversas regiones de México ha llevado a la cancelación del tradicional Grito de Independencia en varios municipios y estados, impidiendo a los ciudadanos la celebración de esta importante fecha cívica.
En Sinaloa, el gobernador Rubén Rocha Moya anunció que la celebración se limitaría a un acto cívico protocolario, citando la necesidad de garantizar la seguridad de los habitantes. Otros estados como México, Michoacán, Oaxaca y Veracruz también han reportado suspensiones de los festejos patrios debido a hechos violentos, balaceras, amenazas en redes sociales, conflictos internos y la presencia del crimen organizado.
Municipios como Xalatlaco en el Estado de México, Zinapécuaro y Peribán en Michoacán, Santiago Amoltepec y Asunción Ocotlán en Oaxaca, así como Coxquihui y Cerro Azul en Veracruz, se suman a la lista de localidades donde la inseguridad ha eclipsado la posibilidad de celebrar la independencia con la tradicional verbena popular y desfiles. Las autoridades han priorizado la integridad de la población, especialmente de niños, jóvenes y familias, ante el riesgo latente de violencia.
Esta situación subraya cómo la violencia se ha convertido en un impedimento directo para la participación ciudadana en celebraciones históricas y culturales, forzando a las comunidades a limitar sus actos cívicos y a la población a festejar desde sus hogares, en un esfuerzo por resguardar su seguridad.