Ciudad de México.– La ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Piña Hernández, cerró las sesiones del Pleno con un discurso emotivo y reflexivo, marcando el fin de un ciclo de 30 años en la historia del máximo tribunal. "La sociedad y la historia juzgarán a quienes hemos juzgado", afirmó Piña Hernández, presidiendo la Corte desde 2023.
Con una visible sonrisa nerviosa, la primera mujer en presidir la SCJN concluyó la discusión de los últimos asuntos pendientes. Entre ellos, se desestimaron cuatro juicios de inconformidad contra la elección de magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), ya que los promoventes no fueron candidatos. Ante esto, los ministros validaron la elección judicial emitida por el Instituto Nacional Electoral (INE).
"La justicia no es una obra concluida", enfatizó la ministra Piña al iniciar su discurso, el cual mantuvo listo durante toda la sesión. Agradeció individualmente a sus compañeros en el Pleno, incluyendo a las ministras Lenia Batres, Loretta Ortiz y Yasmín Esquivel, quienes continuarán en sus cargos después del 1 de septiembre.
Piña Hernández destacó el papel fundamental de la Corte como "piedra angular de la justicia constitucional" y "bastión" en la defensa de la democracia y las libertades. "Serán nuestras sentencias las que darán cuenta de ello. Será la sociedad y la historia misma las que juzgarán a quienes hemos juzgado", reiteró.
La ministra presidenta también extendió su agradecimiento al personal jurisdiccional, administrativo y operativo de la Corte, cuya labor "invisible para el público" es esencial para la materialización de las decisiones y el acceso a la justicia. "Ustedes, con su paciencia, su rigor y sobre todo con su vocación, han sido el activo invisible de esta institución", reconoció.
Con un tono de nerviosismo que se reflejaba en su sonrisa, la ministra Piña instó a mantener la Constitución como una "brújula moral". Citando al décimo presidente del Tribunal Supremo de Australia, recordó la responsabilidad de dejar el cargo "inmaculado". "La congruencia, la ética, el trabajo, la perseverancia, la excelencia, la honradez y la dignidad son y serán la mejor carta de presentación ante el escrutinio de la historia. Muchas gracias”, finalizó.
Un minuto de aplausos inundó el salón de Plenos. La ministra Lenia Batres se abstuvo de aplaudir, mientras Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz se apresuraron a detener los suyos. Entre secretarios que grababan con sus celulares, la ministra presidenta les agradeció: "gracias, el aplauso fue para todos, ustedes incluidos”.
Para finalizar, la ministra Piña convocó a los últimos informes que rendirán ella y los presidentes de la Primera y Segunda Sala, Loretta Ortiz y Javier Laynez, el próximo 26 de agosto, y con un firme golpe de martillo, marcó el fin de la sesión.