El consumo europeo de productos básicos como cacao, café, soya, aceite de palma, carne y cuero de vacuno o caucho está teniendo un impacto devastador en los bosques del mundo. Un análisis reciente de World Wildlife Fund (WWF) revela que cada minuto se eliminan alrededor de 100 árboles para satisfacer esta demanda, lo que resultó en la pérdida de cerca de 149 millones de árboles entre 2021 y 2023. Esto se traduce en casi 50 millones de árboles desaparecidos anualmente.
Este consumo masivo ubica a países como Alemania, España y Francia como los principales responsables en términos absolutos, mientras que, al considerar la pérdida por habitante, Países Bajos, Luxemburgo y Finlandia encabezan la lista dentro de la Unión Europea. El simple gusto por el chocolate dentro de la UE, por ejemplo, está detrás de la pérdida de más de 10 millones de árboles cada año, una cifra comparable al impacto del consumo de carne y cuero bovino.
Ante esta situación crítica, organizaciones como WWF urgen a no detener ni debilitar el Reglamento Europeo de Deforestación (EUDR), una normativa diseñada para evitar que las materias primas y productos consumidos en la UE contribuyan a la deforestación global. Entre 1990 y 2020, la superficie forestal destruida a nivel mundial fue mayor que la de toda la UE, con cerca del 10% atribuible al consumo europeo. El reglamento, que abarca productos clave y sus derivados, exige a las compañías demostrar, mediante geolocalización, que sus importaciones no han generado deforestación.
Critican el informe que la UE planee suavizar las normas iniciales con flexibilidades en multas y burocracia, sumado al retraso de su entrada en vigor hasta finales de 2025. Los expertos advierten que la demora tiene un costo ambiental "catastrófico", estimando que posponer la normativa por un año generará 16.8 millones de toneladas adicionales de CO2. La plena aplicación del EUDR, según cálculos de WWF, podría evitar la liberación de 387 millones de toneladas de dióxido de carbono de aquí a 2035, el equivalente a las emisiones anuales de 50 millones de hogares.








