TABASCO.- Aunque la mayoría asocia las vacaciones con el descanso, para comerciantes como Juan López, vendedor en una tienda de uniformes en los alrededores del mercado "José María Pino Suárez", esta época significa un repunte significativo en las ventas. Con la inminente vuelta a clases, la demanda de uniformes escolares se ha disparado, beneficiando enormemente a los establecimientos.
"Más que nada porque salen mercancías y entran mercancías al mismo tiempo", explica Juan, refiriéndose al dinámico flujo de productos que experimentan. Esta alta demanda convierte las semanas previas al inicio del ciclo escolar en su temporada alta, con la expectativa de obtener "una buena ganancia al momento de sacar todo lo que invertimos".
La sinergia es clara: mientras los estudiantes adquieren los uniformes necesarios para sus instituciones, los comerciantes ven cómo sus ventas se disparan. Juan estima que en esta temporada logran vender más de 300 uniformes al día, lo que representa un impresionante 88% del total de su inventario, muy por encima del 45% que venden en una temporada normal. Esta afluencia masiva de clientes les exige estar preparados: "tenemos que sacar más de los uniformes de las bodegas, o mandar a bordar más, porque si no, la tienda podría quedarse vacía", comenta.
Aunque la temporada apenas comienza, las expectativas son altas. Juan recuerda que las últimas semanas de julio y las primeras de agosto son cruciales, momentos en los que se forman largas filas y registran sus mayores ventas. "Hay personas que llegan a comprar demasiados uniformes y a veces no hay tiempo, a veces terminamos todo, ya está cerrada la tienda, y todavía hay gente esperando en la tienda", añade, ilustrando la intensa demanda que manejan.